La voz sin sonido

Viejos remordimientos regresar para aclarar un alma bajo una gran cortina de verdades dispersas y recuerdos cambiados. Nada más que estragos en el andar venidero por distintas memorias casi olvidadas, es lo que viene con la aflicción de un corazón que se ha acostumbrado a la más profunda de las tristezas en una sociedad de soledad, pero no olvidando la vaga ilusión de lo que alguna vez creyó que era su fuerza y felicidad. Acciones de otros seres repetidas por una conciencia frágil por convicción. Oscuridad es lo que se ve cuando se ha perdido la esperanza de creer en el valor del tiempo gracias a un triste conocimiento de un único y pequeño universo propio. Decidido a no observar sucede lo que sin fe niega que sea posible. De su mente se va desvaneciendo lo único capaz de lograr que más de un ser entienda que nada de lo que no quiere es posible, nada de lo que piensa pasa, nada de lo que siente está ahí sin propósito alguno.      

Olvidad... los vagos vestigios de vuestro ser para que al fin seáis capas de emprender la larga travesía y distorsionar la senda que antiguamente sin conciencia de lo que fue, trazaste para ti.   El conflicto que crearon las acciones provocadas por un indignado ser son parte de la obligatoria y necesaria batalla que afligido deberéis librar para empezar a diseñar el camino que te llevará de regreso a un evento próximo.   Deberéis olvidar cada una de las memorias pasadas y dejar de crear importantes acontecimientos que solo vienen con pesadas cadenas para tu fortaleza.   Todo se encuentra en la luz cercana esperando por quién lo necesita, aún sabiendo que siempre debió estar en la oscuridad bloqueando lo que ahora lo domina.   No hay más opción que aceptar la derrota a la que seréis sometido por la falta de valor, exceso de orgullo y variables emociones controladas por todos menos por su creador.