La trilogía de nuestra vida
Comenzar a explicar esto puede resultar abrumador, dado que la naturaleza misma del tema en nuestros tiempos actuales podría considerarse no tan relevante. Quiero empezar diciendo que intentaré explicar todo de manera resumida.
Cuerpo, mente y espíritu
Como bien es sabido, especialmente en estos tiempos complicados, el amor propio es fundamental para que una persona pueda ser funcional, ya que está involucrado prácticamente en toda nuestra vida. Sin embargo, hay quienes confunden el amor propio con la autoestima, o peor aún, confunden estos dos conceptos con el ego.
En términos sencillos, el amor propio es el cariño con el que nos tratamos, el sentido de protección que nos tenemos a nosotros mismos, como el de una madre o un padre con sus hijos; asegurándose de que estén bien alimentados, lo más felices posible, que no tengan miedo, que descansen correctamente, protegiéndoles y poniendo límites tanto a ellos mismos como a extraños para con ellos. Esto les ayudará en su crecimiento y vida adulta.
La autoestima es saber aceptarnos tal como somos, sentirnos cómodos con lo que vemos cuando nos miramos al espejo. Sin embargo, una autoestima desmedida provocará que dejemos de mejorar en lo que podríamos hacerlo.
Por último, el ego. Me refiero al ego principalmente como el "yo" y también como las máscaras, que son las facetas o roles que adoptamos para protegernos a nosotros mismos.
Estos tres conceptos funcionan en sincronía en una persona; sin embargo, cuando alguno falla o toma el control, se produce un desbalance. Sin amor propio, la autoestima nos convierte en alguien egocéntrico, orgulloso, por nombrar algunos ejemplos.
Cuerpo
El equilibrio en el cuerpo reside en cuidarlo adecuadamente, comenzando por la base de todo: una buena alimentación y ejercicio. Esto implica comer de manera adecuada, beber suficiente agua. Nuestro amor propio nos guiará sobre lo que debemos y no debemos hacer, como evitar el consumo de sustancias que nos alteren o dañen físicamente, tales como el alcohol, las drogas, pero también los refrescos o el exceso de azúcar. Practicar un deporte que nos mantenga sanos funcionaría bien, pero realizar actividades o ejercicios en exceso que pongan en riesgo nuestra vida o integridad física puede indicar que estamos dando mayor prioridad al cuerpo o que carecemos de amor propio.Mente
Uno de los puntos con más desequilibrio es ste. En esta sociedad en la que vivimos, tenemos normalizado que solo vales la pena si tienes éxito económico o social; de lo contrario, no eres relevante. Este pensamiento se ha incrementado con el uso de las redes sociales y los discursos de ciertos grupos interesados. Cuando una persona dedica toda su vida su trabajo, si empresa o sus estudios científicos y académicos, podemos decir que ha priorizado su mente.Es entendible que dentro de nuestra sociedad haya que prepararse o trabajar para mantener un estilo de vida que muchos consideran "adecuado", pero es igual de importante, o incluso más, entender que otros aspectos de nuestra vida, como nuestra familia o nosotros mismos, también es importante o incluso más dadas ciertas circunstancias.
Comentarios
Publicar un comentario