Esperando en agonia


De pronto llega el sentimiento intenso de querer verla cada día,
todos los días y a cada instante.
La eterna espera de querer que llegue el mañana y contemplar
su sonrisa, su mirada, su luz, su infinita perfección hecha mujer.
Un segundo parece toda una eternidad cuando es lo único que
me separa de su alegría reflejada en sus ojos y su
paz impresa en su seriedad.
De pronto mientras mi mundo se desvanece yo sigo aquí,
feliz y con la esperanza de volverla a ver, aún sabiendo que  
el mañana nunca llega. 



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