Soledad




"La soledad no hace acepción de personas: entra en el palacio y en la choza." - ha dicho un autor cristiano.

Soledad según la RAE significa:

(Del lat. solĭtas, -ātis).
1. f. Carencia voluntaria o involuntaria de compañía.
2. f. Lugar desierto, o tierra no habitada.
3. f. Pesar y melancolía que se sienten por la ausencia, muerte o pérdida de alguien o de algo.
4. f. Tonada andaluza de carácter melancólico, en compás de tres por ocho.
5. f. Copla que se canta con esta música.
6. f. Danza que se baila con ella.


Algunos reclaman una nueva oportunidad para demostrar que aún pueden ser útiles a la sociedad y demandan del Estado respeto, el cumplimiento de sus derechos y un trato dignificante y sin discriminación.

La soledad es un tema recurrente en las manifestaciones culturales, formando parte importante de la experiencia humana. Ha sido un tema de interés psicológico desde la década del '50; desde 1980 comenzó a ser un tema de investigación empírica, motivado por la creación de escalas de medición de la soledad válida, entre las que se destaca la Escala de Soledad UCLA, creada por Rusell en 1980.

La soledad ha sido relacionada con temas tan importantes como trastornos psiquiátricos, entre los cuales están la depresión, ansiedad, alcoholismo y suicidio. También se relaciona con variables cognitivas, entre las más cuales se pueden mencionar “estilo atribucional”, “auto-conciencia”, “expectativas”; asimismo, se encuentran vinculados a la soledad las “habilidades sociales”, como la “auto-revelación”, “atención personal” y “hostilidad”, entre otras.

Young definió a la soledad como la ausencia o percepción de ausencia de relaciones sociales satisfactorias. Page manifiesta que esta definición enfatiza la importancia de la cognición, emoción y conducta, considerando que la emoción y conducta de los solitarios son comúnmente una función de sus pensamientos y atribuciones, los que se deben comprender para entender su comportamiento.

Peplau & Perlman definen a la soledad como una respuesta a la discrepancia entre las relaciones interpersonales deseadas y las existentes. Estos autores también señalan características esenciales de la soledad, que son:
• Es el resultado de deficiencias en las relaciones sociales.
• Representa una experiencia subjetiva (que no necesariamente es sinónimo de aislamiento social, ya que uno puede estar solo sin sentirse solitario o sentirse solo cuando uno está en grupo)
• Es desagradable y emocionalmente angustiante.

En otras investigaciones, Peplau & Perlman, concluyen que las características que la mayoría de las investigaciones atribuyen a la soledad son:

A) La soledad es una experiencia aversiva, similar a otros estados afectivos negativos tales como depresión o ansiedad.
B) La soledad refleja una percepción subjetiva del individuo, de deficiencia en su red de  relaciones sociales. Esta deficiencia puede ser cuantitativa (sin muchos amigos) o cualitativa (falta de intimidad con otras personas).

Weiss en 1973 propuso una tipología para la soledad. El plantea que existen dos tipos distintos de soledad: la soledad emocional y la soledad social.

La primera consiste en la falta de una relación intensa o relativamente perdurable con otra persona (por ejemplo, en personas recientemente divorciadas o viudas, etc.), estas relaciones pueden ser de tipo romántico o relaciones personales que generen sentimientos de afecto y seguridad.
La soledad social involucra la no-pertenencia a un grupo o red social, y pueden tratarse de un grupo de amigos que participen juntos en actividades sociales o de cualquier grupo que proporcione un sentido de pertenencia, basado en el compartir preocupaciones, trabajo y otra actividad.

Los síntomas de soledad impuesta frecuentemente incluyen ansiedad, alucinaciones, o incluso distorsiones de la percepción y el tiempo. Los jóvenes suelen adaptarse mejor a la soledad que las personas mayores. Estudios en este campo han sido realizados en la Universidad de McGill en Montreal, Canadá


La soledad puede tener origen en diferentes causas, como la propia elección del individuo, una enfermedad contagiosa, hábitos socialmente no aceptados u otras como la situación social o laboral del individuo. La soledad durante períodos cortos es a veces valorada como un momento en el que trabajar, pensar o descansar sin ser distraído. Puede también buscarse por privacidad. Por otra parte, la soledad durante períodos más largos suele ser vista como lamentable o desagradable, causando aislamiento y reclusión, resultado de una incapacidad de establecer relaciones con otras personas.
La soledad también se considera como uno de los posibles factores que causan otros desórdenes. Entre ellos depresión, suicidio y graves problemas médicos, como las enfermedades cardiovasculares.
Este problema había sido sistemáticamente negado como un trastorno que requiere de una atención seria, tal vez porque quienes lo sufren no siempre admiten que puede ser la raíz de otros males. O no quieren reconocerse como "solos", debido a que experimentan vergüenza de sus sentimientos o de su inadecuación para superar el aislamiento.


Tipos de aislamiento
Hay dos tipos de aislamiento en las personas. Se conocen como aislamiento protectivo, y aislamiento infeccioso. La principal diferencia es que uno es voluntario, mientras que el otro no.

El aislamiento protectivo es el que se busca en experimentos y pruebas. Se puede distinguir porque uno puede decidir abandonar la prueba y por tanto el aislamiento. Uno puede prepararse para él, y generalmente no es algo negativo.

El aislamiento por enfermedad no proporciona beneficios para el individuo que lo padece, y no puede uno prepararse para él. Por tanto, no es deseable, además de poco frecuente. El aislamiento emocional es un término utilizado para describir el estado en el que el individuo está emocionalmente aislado, a pesar de tener una red social normal.

 Como castigo
El aislamiento en forma de confinamiento es un castigo empleado en muchos países para prisioneros acusados de delitos graves, para los que corren peligro entre los demás prisioneros, los que podrían suicidarse, y los que no pueden juntarse con los demás por enfermedad o lesiones.
Como tratamiento
Por otro lado, las instituciones psiquiátricas pueden ordenar aislamiento total o parcial para ciertos pacientes, particularmente los violentos o subversivos, para poder atender sus necesidades particulares y proteger al resto de pacientes de su influencia.

Carencias de grupos primarios
La carencia de grupos primarios como pueden ser las familias pueden llevar a una desviación social irreversible ya que la educación transmitida por un grupo primario no son sustituibles, esto se agrava con influencias de grupos externos que pueden o no influir en esta desviación social.
Un individuo, un hombre o una persona se es al criarse mediante relaciones face to face (cara a cara) ya que estas relaciones fomentan la CULTURA y las diferentes dimensiones sociales del hombre.

Diferentes experimentos han demostrado que la carencia de grupos primarios y grupos secundarios y su correspondiente enseñanza causa graves carencias de racionalidad del hombre ya que sin ellas nos limitamos a cuerpo y no a mente y un individuo puede o no aprender a pensar como un animal irracional más que racional al faltar le dichas enseñanzas socioculturales.

¿Vivir en soledad?
La ausencia de una persona
Cuando por ruptura de una relación, el fallecimiento de un ser querido u otra causa desaparece de nuestra vida alguien a quien hemos amado o que ocupaba un espacio en nuestra vida, nos invade una particular sensación de soledad, un vacío, una nada enmudecida que nos sume en la tristeza y la desesperanza. Hemos de sobrellevar la dolorosa percepción de orfandad, de ausencia de una persona insustituible. Nos vemos perdidos y sin referencias en las que antes nos apoyábamos para afrontar la vida.

Somos seres sociales que necesitamos de los demás para hacernos a nosotros mismos. Y no sólo para cubrir nuestras necesidades de afecto y desarrollo personal, sino también para afianzar y revalidar nuestra autoestima, ya que ésta se genera cada día en la interrelación con las personas que nos rodean.

La pérdida es irreemplazable pero no debe ser irreparable. Ese hueco o, mejor, su silueta, quedará ahí pero si nos permitimos sentir la tristeza y nos proponemos superarla a base de confianza en nosotros mismos, podremos reunir fuerzas para establecer nuevas relaciones que cubran al menos parcialmente ese déficit de amor que la ausencia del ser querido ha causado. Hemos de intentar que la carencia de esa persona no se convierta en una carencia general de relaciones. Esta soledad es dolorosa, pero puede convertirse en positiva si la interpretamos como oportunidad para aprender a vivir el dolor sin quedarnos bloqueados.

La soledad social
En éste tipo de soledad nos sentimos incapaces de tener un mínimo de confianza con quienes nos rodean, tememos miedo que nos hagan daño o nos rechacen. Normalmente creamos una barrera a nuestro alrededor que nos “protege”, aísla diría yo de otros y creamos justificaciones con pensamiento tales como “si confías en alguien te lastimará”, “nadie es digno de mí confianza”, “solo me traicionarán”, “es por puro interés”, o un sin número de otros pensamientos
Hay también otras soledades indeseadas, como esas a las que se ven abocadas personas mayores, amas de casa, o quienes muestran una orientación sexual no convencional, o quienes sufren ciertas enfermedades, incapacidades físicas o psicológicas o imperfecciones estéticas.

Cómo se diagnostica
Resulta fundamental para el terapeuta diagnosticar correctamente la soledad y determinar si en realidad existe. Porque muchas personas se definen como "solas" sin serlo en realidad.
Sufren de soledad los individuos que tiene carencia de:
1. una persona cariñosa de quien depender,
2. alguien que lo atienda,
3. oportunidad de expresar sentimientos íntimos a otra persona,
4. un grupo de amigos del cual sentirse parte,
5. alguien que necesite de su amor,
6. alguien que lo desee físicamente,
7. personas con quienes compartir valores e intereses,
8. amigos para compartir actividades recreativas,
9. relaciones en el trabajo,
10. un sentido de confianza en los amigos íntimos,
11. intimidad física en forma regular,
Es importante destacar que existe la soledad crónica en aquellas personas que no han sido capaces de establecer relaciones satisfactorias por un período de varios años y por lo menos a través de dos etapas de su vida, como podrían ser la adolescencia y la adultez joven; o la adultez joven y la edad madura.
También existe la soledad temporal, que incluye un estado de ánimo breve y ocasional de soledad, por ejemplo después del trabajo, o durante los fines de semana.

Vencer la soledad no deseada: unos pasos útiles
1. Diagnóstico: qué tipo de soledad es la que estamos sufriendo y a qué circunstancias se debe.
2. Conocernos bien. Dejemos a un lado el miedo a mirar dentro de nosotros, y afrontemos la necesidad de saber cómo somos: nuestras ilusiones y ambiciones, limitaciones y miedos, quién quiero ser, cómo me ven, cómo me veo...
3. Fuera la timidez. Tomemos la iniciativa para conseguir nuevas relaciones. Establezcamos qué personas nos interesan, y elaboremos una estrategia para contactar con ellas.
4. No hay nada que perder. El miedo al rechazo es un freno para entablar nuevas amistades o amores. El objetivo es importante, no nos andemos con remilgos.
5. Sin victimismos. El mundo resulta en ocasiones cruel, vulgar y materialista, de acuerdo. Pero seguro que hay otras personas que pueden estar deseando conocer a alguien como nosotros.
6. Encerrarnos en nosotros mismos es reconocer la derrota. A la mayoría la soledad nos hace daño, y nos sienta mejor tener con quién hablar, intimar y a quién querer.

No somos tan raros como a veces pensamos. No hay más que hablar en profundidad y confianza con cualquier persona para comprobarlo. Podemos "llenar" a más gente de la que creemos y nos pueden

El valor de la soledad
La soledad es una situación que hemos de aspirar a convertir en transitoria y que conviene percibir como no forzosamente traumática. Podemos mutarla en momento de reflexión, de conocernos a fondo y de encontrarnos sinceramente con nuestra propia identidad. Hay un tiempo para comunicarnos con los demás y otro (que necesita de la soledad) para establecer contacto con lo más profundo de nosotros mismos. Hemos de "hablar" con nuestros miedos, no podemos ignorarlos ni quedarnos bloqueados por ellos. Es conveniente que, en ocasiones, optemos por la soledad. En suma, equilibremos los momentos en que nos expresamos y atendemos a otros, y los que dedicamos a pensar, en soledad, en nuestras propias cosas.

Cuando te quedas solo, se caerán las caretas, las falsas posturas, y te quedas tal como eres. Y entonces puedes sentir que la mirada escrutadora de Dios te atraviesa hasta adentro. Entonces ves cosas que nunca antes habías visto. ¡Qué importante es este escrutinio de Dios! ¡Cuánto bien hace al alma del creyente! ¿Huirás de la soledad, si allí Dios puede examinarte y hablar a tu corazón?


Frases de soledad:
“Tú nunca estás sólo, siempre te va a acompañar la soledad.”
“La soledad lo es todo cuando no tienes nada.”
“La soledad es muy bonita cuando tienes con quien compartirla.”
“Cuando estés solo no llores, sino sal y demuestra que la soledad es tu aliada.”
“Mi soledad es la voz sin rumbo que clama inconsciente desde el silencio de mi consciencia.”
“La soledad se admira y desea cuando no se sufre, pero la necesidad humana de compartir cosas es evidente.”
“La soledad es y siempre ha sido la experiencia central e inevitable de todo hombre.”
“El hombre que quiere contemplar frente a frente la gloria de Dios en la tierra, debe contemplar esta gloria en la soledad.”
“Nuestro gran tormento en la vida proviene de que estamos solos y todos nuestros actos y esfuerzos tienden a huir de esa soledad.”


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